15.7.11

¿La idea de la pluma?


 De quien fue  la idea, hoy no lo sé  (si  mi hermana  Ramona Primera,  o mi sobrina  Glenda).
Una me describió como “La  Pluma  de  Forest”, que no  se sabe cuando y adónde va a caer.
  Me gustó la imagen, sobre todo porque “ESA PLUMA” nunca cayó.
Celebro la idea de quién  haya  sido. 

  ¡Gracias!

En la Vida  resulta maravilloso el Ser  Agradecida,   que  marchen los agradecimientos:

A  la  VIDA, Por  Ella  en si misma, y por permitirme Ser.

                                                                   A l    TODO

 A  Todos  por  permitirme   entrar  en  sus  Vidas.

Y    Pequeñas Grandes ¡Gracias!   Que iré dando con el correr de  Plumitas en este libro.

A    Ricardo
Quien decidió  “marcharse”  en un acto de sublime entrega, para permitirme  RE – NACER

                                                                                      
 A mis hijos
 Que llegado  el momento, me dejaron          
                    
  VOLAR


A   Ana  Yalour,  Diógenes  para mí.  Sin Ella este Libro  seguiría en el Ordenador, como muchos  de otros en los  que ofició de  Partera, por  ello y mil cosas   más       ¡Gracias!

A:

                              Pablo creador  tras largo esfuerzo de la imagen de esta pluma, y la configuración del libro.
                              Lalo    que  hasta   sacó  foto a una pluma volando  para complacerme.
                             Fede    que  tiene  para   su Abu,   la paciencia del Mundo.
                             Patri   mi Sobrina, primera  en leer texto, que me dio la  Fortaleza  para presentarlo                              
                Marta   y  Rula,   estas Hermanas del Alma, que han estado,   y  siempre estarán  pegaditas   a  mi Corazón                          
                 Richi,  que   llegó  enviado por el Cielo, para ayudarme a lidiar  con el ordenador
                         A mis compañeros  de Ruta de todos estos años

                                                         Y  a mi Gran Familia  


Mi Experiencia a partir de allí…


Corría el año 1989……

Un Grupo  autodidacta despierta en Roca, mi ciudad,  a una Nueva Conciencia.  

Maravilloso despertar
Desde otras partes del Planeta, conciencias listas ya desperezadas, hicieron el llamado: 
 ¡Águilas despierten!  
Y éste llamado recorrió los éteres.

Sabemos lo que sucede cuando alguien despierta, aún no queriendo ser notado,  moviéndose  lentamente en la cama, va al baño, aprieta el botón, el agua corre con fuerza, y todo inconscientemente  empieza a despertar, ¿o no es así?
Bueno, algunos son rápidos, otros  demoran más, de algún modo ya despertaron y saben que los de su casa ya empezaron a andar.

Para aquel grupo había comenzado un Nuevo Amanecer. Desde los albores de un Enero tórrido, al resplandor de un Mayo mágico,  que los trajo desde su primer día hasta Las Grutas y  con fuerza de un Viento Cósmico los sacó del letargo, abrió de par en par sus Conciencias, y arremetió con tal empuje que partió el cascarón que cubría la Razón.

 Volviéndose niños, recorrieron instantes profundos, y el viento que partió  del corazón, donde no impera ni la lógica, ni la razón, fue barriendo y limpiando todo aquello que los mantenía aún despiertos,  atados a Una Tradición.

Y allí se abrió como una flor tímida de primavera, fragante, en máximo esplendor esta Consciencia  Cósmica del Cristo que YO SOY.
Quién al atravesar  ese umbral, aún maravillado, no se siente sacrílego por tal afirmación.

Y nos dirnos Cuenta que allí, por no asumir el compromiso de esa unión, habíamos quedado varados,  errando, boyando sin tomar el Timón.
“Yo Soy   El Cristo”, lo digo con fuerza, lo escribe mi mano sin temor, con el más hermoso y humilde orgullo de saberme y proclamarme también Hija de Dios, hermana
de Aquel Grande que dijo “Las Mismas Cosas que he hecho  y Mayores haréis vosotros”    ¿Y que hemos hecho nosotros con ese mandato? . . . creo que ya  es tiempo de hacernos cargo.

Hacerse cargo es  comenzar a discernir, nace otro vocabulario. Como salidas de la galera  surgen Nuevas palabras, que nos hacen más amplios,  como si al abrirnos al compromiso de sabernos “Hijos” nos expandiéramos, y al reconocernos. . .

¡Epa!,  si  Yo Soy el Cristo, la pregunta  surge  casi inmediata: ¿entonces a qué
vine?
Y también. Si Yo Soy el Cristo, ¡yo puedo!, Si ÉL pudo yo…  ¿yo qué?
Hermanito  para qué te cuento,  ese ¿Yo Qué?  trae lo  suyo.
Entrás  a adquirir y a despojarte, y es paradójico, cuanto más adquirís, más grande es la necesidad de despojarte, a la vez más grande es la capacidad de lo uno y de lo otro.
Es como el lecho de un Gran Río que se expande con el ingreso de mayor caudal, que no inunda, si no que permite riegue más tierras que se nutren, los campos se expanden y el lecho  recibe más y más agua.
¿Tal vez vine a ser lecho?,  ¿o ser agua? No  importa  contenido o contenedor, si sin Darme Cuenta soy los dos.
Ampliando  la  Conciencia, me pregunto ante  Un árbol que se planta: ¿Cómo, vos tan quietito podés vivir mil años, y yo “hecha a Imagen y Semejanza”,   vivo tan poquito tiempo?

Sonamos, la pregunta  existencial: ¿Esto es todo lo que Soy?, ¿tan pesado para tan poquito tiempo?

¿Y si soy más que este cuerpito, que vive en este espacio de tiempo?   Si es así, ¿de dónde vengo y a dónde voy?
Preguntita que te   regalo, contéstala vos.  Te puedo asegurar que para ella bien vale la  canción que dice: “Movéte Chiquita movéte,…” dicho con mucho amor y humor.

 A partir de allí,  soplaron grandes vientos, se desataron grandes tormentas, unidas mis manos a otras manos, cabalgando los tiempos, sonriendo ante aquellos recuerdos,   sigo  yendo.


La Carrera del Loco


Si  la  Experiencia vale para alguien más que para el que la vivió, escribo esto:

De la mano de un Ser muy querido llegó a mi un libro. ¿Cuál? No importa, sé que  es  irrelevante, El Maestro llega cuando El Discípulo está preparado,  y la enseñanza será impartida acorde a como éste  pueda recibirla mejor.

Para mi sorpresa,  el  Libro me daba respuestas a preguntas que  conscientemente no me  había hecho,  entonces… ¿por qué encontraba  respuestas?

Así empecé a caminar, o mejor dicho a vivir este camino.  Cuánta Sabiduría encontré en lo escrito. Ojo, en realidad lo abrí porque en palabras, de a “centavo”, alguien muy sabio, conocedor y con mucha suspicacia puso:


“Te Regalo lo que se te Antoje”
               
A  Conny  Méndez

¡Gracias!

A quién no le gusta y se engancha con  ese “Te Regalo”,  y allí lo descubrí….

Un Mundo Mágico, maravilloso, todo para crear.   ¡Con tu pensar creás! 

 Me sentí dueña del mejor pincel  y las más bellas y mágicas pinturas. Ellas con la gracia de su Alquimia, me permitirían cambiar todo aquello que no me gustaba o que creía  estaba mal.
Que simple veía todo,  sentí en mi mano  La  Varita  Mágica  de  mi   niñez, con  la que
siempre soñé, para que ganara el equipo de Fútbol de Papá, tener ropa nueva para ir a la escuela, o el dinero que se requería para alegrar el corazón de quien quería; también que me realizara los deberes, (nunca me gustaron)  y mil cosas más aunque  ahora no recuerde con exactitud sé que muchísimas veces  pedí. Como después pedí La lotería,  ¡el Prode! ¿Quién no lo hizo alguna vez?
En el fondo, todos queremos arreglarle la vida a los demás, o al menos a los que más queremos.
Con la propuesta recibida por Él Maestro, hermano, amigo y consejero San Germain, a través de ese libro, recibí al fin la tan ¡Ansiada Varita Mágica!
¿Qué tal?
                  Al    Amado Maestro  SAN  GERMAIN

                                                        ¡ Gracias !

Y aquí viene lo bueno, tenía la certeza de que era así, pero…, (qué cosa,  siempre hay un pero que nos complica o nos dificulta), allí apareció en mi algo que no creía tener: Constancia. ¿Algún  Gen vasco, quizás?

Para mi desgracia, (léase suerte), quería sacar Príncipes y no había caso, salían sapos.  Sí, sapos, definitivamente, ¡cosas de la Magia!


Amplié luego el accionar, busqué mil libros que me hicieron sus aportes, me afirmé, mejor dicho me colgué de las piernas de “Los Mágicos Maestros” que ellos me mostraban.
Allí empezó  un camino de aciertos. Comencé a cambiar, a modificar  el modo de pensar, ponía cuidado en el buscar, era  más pausada, a fin de no saturarme.
Vinieron tiempos de Paz interior, de inefables momentos en los que,  con la inocencia del Niño me lancé a jugar  junto a otros compañeros  este viaje. 
Llegaron  las primeras meditaciones. . .
¿Meditaron  alguna vez?

Si así lo hicieron se habrán dado cuenta que los pensamientos son Kamikases “imparables”.
En medio de ellos entreabría los ojos y veía a los otros, con cara de Gratitud Beatificante.
Ah… ¿no saben que quiere decir eso? Bien, siéntese en rueda de buenos compañeros a meditar, abran los ojos a la mitad,  observen sus rostros, después díganme si el calificativo no es el correcto. 
 No le encontraba la Gracia, había momentos en los que sentía ganas de salir corriendo, pero también quería  sentir el placer que veía en sus rostros.

¡Oh, tiempos aquellos! Que hermoso y placentero es recordarlos.

En vista de que no soltaba sus piernas, los Maestros deben haber dicho, ¿cómo liberarnos de este plomo?  Y encontraron al Discípulo encarnado, acorde y a la medida para que fuera mi Gran instructor.

Así llegó… Bante Kondannia Bicku, y a su encuentro fui, junto con otros 50 compañeros  a un   Retiro  Espiritual.
               

                     Al   Maestro Bante  Kondannia Bicku

¡Gracias!

Imaginen  La Gloria de 7 días, Villa la Angostura, los pajaritos, las flores, lagos, belleza natural sin igual.
¿Y,   qué pasó?  preguntarán.
Qué no pasó.


Ni bien bajamos del vehiculo, nos recibe un Señor Grandote, vestido de hindú, color azafrán, cabeza rapada que, muy serio nos dice: Bajen sus pertenencias, varones para allá, mujeres para el otro lado, y en 10 minutos los espero en el salón principal.
Hasta ahí la cosa venia fenomenal, sin la más mínima idea de lo que  iba a encontrar, dejé mis pertenencias, puse sobre mis hombros mi poncho Blanco de Meditar, y me fui para el salón.
Para mi sorpresa, no había sillas, solo un piso raso de granito, nada cálido, y yo sin ningún conocimiento Oriental, en posición de LOTO me puse a meditar.

El “MONJE”  hablaba inglés, para mí hubiera sido lo mismo Pali o Chino, no le entendía nada, pero  una buena traductora  pasó a ser  la voz del Maestro. 
Para asombro y estupor,  dice que  iba  a  Tomar unos preceptos que debíamos cumplir los días que durara el Retiro:
Guardarán el Noble silencio “no hablar”; Recto comer,después de las 12 del mediodía,  nada sólido”,  y algunos más que no  hacen, porque para guardar con éstos, teníamos de sobra.
 De ahí en más se podrán imaginar a 50 monos en una jaula (privados de su libertad, sin  comer y sin  hablar), sentados en posición de Loto de las 4,30 a las 6; de las 7 a
las 8 y media; de las 10   las 11; de las 14 a las 16;  de las 17 a las 19 hs. Y entre esas horas,  meditación caminando por media hora.  ¡Ojo, entiéndase caminando no caminata,  12 o 15 pasos, la mirada al frente a una distancia de 2 metros ,  y desde allí  pegar la vuelta.
No puedo escribir todo esto, sin que por dentro no burbujee la risa, porque en esta representación  tragicómica, estaba yo, que no había  llevado ni manta, ni  almohada en donde aposentar mis reales, salvo mi Ponchito Blanco.
Cuál seria el aura de mi desgracia, que al 2do. día, posición de Loto y ojitos cerrados, siento que algo toca suavemente mi espalda, no me animaba a abrir los ojos

por  miedo Al Monje,  allí empecé no digo a amarlo como lo amo y respeto ahora, pero sí a agradecerle, porque era él, quien me ofrecía una frazada y me indicaba que la colocara en el piso a modo de alfombra. Luego nos autorizó a los que no habíamos llevado almohadones, que tomáramos las almohadas para hacer más llevadera la sentada.
Ustedes podrán decir, después de esto,   ¡ni loca me agarran otra vez!   ¿No  es cierto?    No sólo  fue  ésa,  sino que lo repetí 12  veces más y  repetiré  tantas  como oportunidades me presente la vida.
Es curioso, porque si Los Maestros  esperaban con esto que  los  soltara, sólo consiguieron que fuera más férrea mi voluntad de afirmarme en ellos.
Y  así de esa manera, con garra, con humos, con cachetadas familiares en medio, con la alegría de haber encontrado el Sendero de la Felicidad, voy desgranando cada instante de este hermoso tiempo, que la Vida me presenta.
Los que me conocen, saben que he encontrado mi lugar,  que éste no se refiere a un espacio físico en particular, donde estoy me siento bien,  disfruto o trato de disfrutar cada momento, sé que nunca va a haber otro igual, con certeza de que nada es permanente, que todo pasa,  lo que  sucede  vino de  visita, a probar como lo acepto en su llegar.

Hoy  se que: 

Si llega, no es  casualidad,  generé una causa y  como efecto se me muestra.
 No tengo que buscar, si no proponerme a encontrar.   
 Permanentemente tengo que elegir, y soy la única responsable por esa elección, tomando consciencia de mis     y de  mis No.   Dije  si, dije no,  ¿por qué lo hice?  
No puedo hacer  nada que le corresponda  hacer  al otro, (no le ayudaría), lo  que haga, por la enseñanza que presentó, es para  mí, y sí la misma da beneficio a otros, ¡aleluya
Puedo estar  en un sólo lugar,  a un mismo tiempo, si queda mi mente enganchada en lo que pasó, o en lo que vendrá, la traigo,  y atesoro lo que me deja este maravilloso ahora. Solo vibrándolo, de este modo   y   siento que estoy viva.
Cuando estoy entera, redimensiono, me emociono y vislumbro otra realidad de momentos plenos de Deleite.
¡Sí!

Descubrí el deleite, no es algo que puedo disfrutar siempre, pero  lo vislumbré y  sé que se puede, por eso digo   con    Fuerza: “Esta Vida no es el Infierno tan temido, sino el Paraíso Prometido”
Porque cuando estoy por completo en el ahora, la energía fluye y con ella el placer de vibrar lo que estoy siendo. En este momento me siento escritora.
Igual viví  la plancha, el cocinar,  secando la vajilla o amasando EL PAN,  les  aseguro,   se puede alcanzar.
  Prueben una  cosa por vez y  sólo aquello que quieran, no hagan lo que no quieran, cambien la energía, porque si es algo que necesariamente se tiene que hacer, cambiando la óptica, haciéndolo con plena aceptación, resulta leve y se descansa con la alegría del  “Deber  Cumplido”.
Hay cosas que son ciertas, como la alegría y el dolor, está en la aceptación que tengamos de ellas, el dimensionar su valor.  Una me enseñanza con risa, la otra con lágrima,  con las dos aprendí, y  a eso he venido, a aprender.
                                                                                                      
Con Sabiduría podré convertir la alegría en felicidad, y no haré del dolor un sufrimiento.

¡ Ama - te, Ama !

Corrigiendo  ortográficamente   el libro,  me di  cuenta que podía  decir  lo mismo más simplecito.
Que  todo se podía comprimir sin perder la esencia.
Me dije: Lucia   simplificá. Y simplificando   llegué  a esta conclusión:
Dejar  que La Pluma vuele sin textos que la aprisionen, y  descubrí que  era  “Esto”  todo lo que quería  hacer:  definir  La Vida   en dos palabras.
¡Al   fin  lo  logré!
¡ Ama - te,    Ama !


Podrás dar sólo de aquello que primero te diste, de un saco sacarás si le has puesto
Comprendiéndote,  comprenderás
Amándote, amarás
Liberándote, liberarás
Si  con Corazón   “Te Amàs”,  estarás  amando a Toda la Creación tal cual te llega,  no como tu pequeño yo quisiera.

Nota: ¿Ven?,  todo,  puede ser más simple

Los papelitos de Mamá

 









GraciasMamá!

 Ella fue quien me enseñó  a no quedarme sin  respuestas, y legó   todas  estas frases vistas o leídas en algún medio,  que no le pasaron por alto, sino que registró  en papelitos que trasladé   al  contenido  como otras plumitas a tener en cuenta.