Las Cosas no son buenas, ni malas, Simplemente Son.

¿Qué nos produce dolor?

                                               ¿Qué queremos cambiar? ¿Por qué queremos que cambie?

                                                                                           ¿Somos conscientes de todo esto?

                                             ¿Observamos dentro de nosotros el por qué de todo esto?

¿Y  cómo nos  afectaría?

Por lo general, es la actitud del otro, la que nos molesta. Y empezamos una lucha, lenta pero férrea por hacer que el otro cambie. Pero Casi nunca somos conscientes de nuestros modos para lograrlo.

 Si el otro cambia a través de nuestra actitud su manera de actuar, ¿observamos qué le representa el  hacerlo por obedecernos, o para darnos el gusto?

Y al sabernos responsables de ese cambio, ¿nos detenemos a ver si le produce la misma felicidad que a nosotros?

¿No seria mejor, observarnos y cambiar nuestras decisiones, siendo fieles a nosotros y responsables de como afectamos a los demás?

Si queremos hacer una cosa, ¿por qué no la hacemos?, ¿por qué no nos permitimos hacer lo que queremos ?

¿Por qué buscamos el consentimiento de los demás?, ¿por qué no somos verdaderamente Libres para tomar nuestras decisiones?

Digamos SI,  permitámonos el SI, aún equivocándonos. Y digamos NO, permitiéndonos el NO, aunque fuera equivocado.

“¿No me puedo equivocar YO?  ¿Por qué no?, Que lindo Orgullo el mío.”

¿CUÁNDO  nos vamos a permitir  reírnos  de nosotros, con comprensión y muchísimo amor?